Si has notado molestias en la zona anal, como dolor, picazón o incluso sangrado, es natural que pienses que podrías tener hemorroides. Sin embargo, no todos los síntomas en esa área son necesariamente causados por hemorroides; existen otras condiciones anales que pueden tener síntomas similares, como fisuras, abscesos o incluso algo más serio. 

En este blog, te ayudaremos a entender cómo identificar si realmente se trata de hemorroides, qué señales específicas debes observar y cómo diferenciarlas de otros padecimientos que podrían confundirse fácilmente. 

Contenido

  • Las hemorroides.
  • Enfermedades anales que se pueden confundir con hemorroides.
  • ¿Qué no hacer si tengo hemorroides?
  • ¿Cuándo acudir con un proctólogo?
  • Consulta a los especialistas del Instituto Médico Langle.

Las hemorroides 

Las hemorroides son venas inflamadas en el área del recto o el ano que pueden causar molestias como picazón, dolor y sangrado al evacuar. Son más comunes de lo que pensamos, y aunque no suelen ser graves, pueden ser bastante incómodas. Muchas veces se desarrollan por hacer esfuerzos a la hora de ir al baño, pasar mucho tiempo sentado o debido a problemas como el estreñimiento. La buena noticia es que, con algunos cambios en la dieta y hábitos, e incluso con tratamientos simples, se pueden aliviar y controlar sin mayores complicaciones. 

Síntomas de las hemorroides 

Para evitar confusiones, es esencial conocer los síntomas típicos de las hemorroides. Los síntomas más comunes de este padecimiento son: 

  • Dolor y picazón: Especialmente en hemorroides externas, donde se puede sentir picor y molestia en la zona anal. 
  • Inflamación: En algunos casos, las hemorroides externas pueden causar hinchazón alrededor de la zona anal. 
  • Bultos en el ano: A veces, las hemorroides externas pueden parecer pequeños bultos sensibles alrededor del ano. 
  • Sangrado: Al defecar, puedes notar sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en las heces. 

Enfermedades anales que se pueden confundir con hemorroides 

  • Fisuras anales: Son pequeños desgarros en la piel que recubre el ano. A menudo se confunden con hemorroides debido al dolor agudo y el sangrado que provocan durante la defecación. Sin embargo, a diferencia de las hemorroides, las fisuras causan un dolor más punzante y localizado. 
  • Condilomas anales: Son pequeñas verrugas en el área anal, causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Estas no provocan dolor, pero pueden causar picazón o irritación, síntomas que algunas personas atribuyen a las hemorroides. 
  • Abscesos anales: Son acumulaciones de pus que se forman en los tejidos alrededor del ano. Pueden causar inflamación, dolor intenso y, en algunos casos, fiebre. A menudo se confunden con hemorroides trombosadas (hemorroides con coágulos de sangre), pero los abscesos tienden a ser más dolorosos y pueden presentar secreción. 
  • Cáncer anal: Aunque es menos común, el cáncer anal puede confundirse con hemorroides debido al sangrado, dolor o picazón. Es fundamental diferenciar ambos padecimientos, ya que el cáncer anal requiere un tratamiento especializado y temprano. 
  • Fístulas anales: Una fístula anal es un pequeño canal que conecta una glándula infectada dentro del ano con la piel exterior. Puede causar dolor, irritación y secreción maloliente. Aunque algunas personas las confunden con hemorroides, una fístula suele ser más grave y requiere intervención médica inmediata. 
¿Qué enfermedades se pueden confundir con hemorroides?

¿Qué NO hacer si tengo hemorroides? 

Si sospechas que padeces hemorroides, es importante evitar ciertas acciones que pueden empeorar la situación: 

  • No pases mucho tiempo sentado en el inodoro: Esto ejerce presión sobre las venas del recto, lo que puede agravar las hemorroides. 
  • No ignores los síntomas prolongados: Si tienes sangrado o dolor persistente, no asumas que es sólo una hemorroide. Podría ser algo más grave. 
  • No te automediques sin consulta médica: Algunas personas utilizan cremas o remedios sin diagnóstico médico, lo que podría empeorar el problema. 
  • Evita hacer esfuerzos excesivos al defecar: Hacer demasiada fuerza puede empeorar el problema y aumentar el riesgo de complicaciones. 

¿Cuándo acudir con un proctólogo? 

Es esencial que si experimentas alguno de los siguientes síntomas, acudas de inmediato con un especialista en proctología: 

  • Secreciones anormales: Si observas secreción de pus o moco en la zona anal. 
  • Dolor intenso: Si el dolor en el área anal es severo y no mejora con el tiempo. 
  • Sangrado constante: Si notas sangre en las heces con frecuencia o en grandes cantidades. 
  • Cambios en los hábitos intestinales: Si hay alteraciones repentinas en tu forma de evacuar, como diarrea o estreñimiento persistente. 
  • Bultos persistentes: Si sientes bultos que no desaparecen o que se vuelven más dolorosos. 

Consulta a los especialistas del Instituto Médico Langle 

Si presentas algunos de estos síntomas, no dudes en consultar con los especialistas del Instituto Médico Langle. Contamos con un equipo altamente calificado en proctología, listo para ofrecerte el diagnóstico y tratamiento adecuado. No dejes pasar más tiempo, agenda tu cita y despídete de las molestias de manera rápida y eficaz. 

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