• 10 de septiembre de 2017
Sabemos lo molestas que pueden ser las hemorroides, por ello, tenemos estas recomendaciones para que alivies esos dolores que no te dejan realizar tus actividades cotidianas.
- Realizar baños de asiento con agua tibia: estos baños consisten en sumergir la zona afectada con las hemorroides en agua templada, aproximadamente entre 10 y 15 minutos para ayudar a calmar el dolor.
- Evitar el estreñimiento: esta es una de las principales causas por las que aparecen hemorroides. Para prevenirlo es importante llevar una dieta equilibrada, rica en fibra, mantenerse hidratado y controlar el nivel de estrés.
- Mantener la higiene: limpiar adecuadamente la zona del ano, utilizando jabón neutro o toallitas húmedas.
- Evitar el consumo de irritantes: alimentos como la comida picante, el chocolate, o bebidas alcohólicas y el exceso de café pueden propiciar la aparición o inflamación, por lo que si presentas esta enfermedad debes evitaros a toda costa.
- Si hay picazón, no rascar: en lugar de calmar la comezón, esto puede llegar a irritar las hemorroides.
Si el dolor persiste, es importante que acudas con un médico especialista para que pueda determinar el mejor tratamiento para aliviar tu dolor.
En el
Instituto Médico Langle
le garantizamos a nuestros pacientes que entran caminando y salen caminando, con una solución real y definitiva a su problema.
CONTÁCTANOS
¿Cómo te podemos ayudar?
Contenido relacionado
Se dice que con el paso de los años el ser humano pasa a ser más propenso al desarrollo de enfermedades, sin embargo, la Juventud no es un escudo que proteja a los más jóvenes de tener padecimientos que se cree, son exclusivos de la población de 40 años o más. Gran ejemplo de ello son las várices, que solemos asociarlas con personas mayores. Sin embargo, cada vez más jóvenes están experimentando este problema que, lejos de ser solo una cuestión estética, puede afectar la salud y la calidad de vida. Factores como el estilo de vida sedentario, la genética, el sobrepeso y hasta ciertos hábitos cotidianos están favoreciendo la aparición temprana de esta condición.
Muchas personas ignoran sus várices hasta que aparecen molestias como dolor, inflamación o sangrado. Sin embargo, cuando una várice se rompe, el sangrado puede ser abundante y requerir atención médica inmediata. Factores como el sedentarismo, el sobrepeso, la mala circulación y la exposición prolongada al calor pueden debilitar las venas y aumentar el riesgo de varicorragia. Las várices no son solo una cuestión estética; en muchos casos, pueden representar un riesgo grave para la salud. Una de sus complicaciones más peligrosas es la varicorragia , la rotura de una várice, que puede provocar una hemorragia repentina y difícil de controlar.
Muchas mamás notan que sus piernas se sienten más cansadas o incluso que aparecen venitas moradas o azuladas a medida que avanza el embarazo. Aunque en la mayoría de los casos estas molestias desaparecen después del parto, es importante saber cuándo pueden convertirse en un problema más serio.
